Durante estas vacaciones de invierno, muchas familias aprovecharon su tiempo libre para viajar a Concordia y otros puntos del vecino país, mientras que ciudadanos argentinos visitaron el departamento de Salto. Este incremento en el movimiento vehicular llevó a esperas de al menos una hora para cruzar la frontera desde Concordia hacia Salto en ciertos momentos del día, algo que no se veía desde hace varios meses.
El aumento de precios en Argentina, aunque la brecha en el tipo de cambio sigue siendo amplia, ha reducido la diferencia de costos que hace un año permitía que los productos en Concordia fueran hasta un 300% más baratos. Esta situación ha desincentivado un poco el flujo vehicular. Sin embargo, a partir del viernes, se observó una disminución en la cantidad de vehículos que viajaban hacia Concordia o llegaban a Salto.
A pesar de la disminución en los viajes motivados por el precio de los productos, muchos salteños siguen visitando Concordia. Ahora, el atractivo principal no es el ahorro en compras, ya que los precios de los productos y el combustible son prácticamente iguales en ambas ciudades, sino la oferta de actividades que en Salto no se encuentran. Actividades como locales bailables, que son muy populares entre la juventud salteña, continúan siendo una razón frecuente para cruzar la frontera.
Este movimiento refleja un cambio en las motivaciones de los viajes fronterizos, pasando de una búsqueda de ahorro económico a una búsqueda de experiencias y actividades de ocio. La tendencia sugiere que, aunque los precios ya no sean un factor decisivo, las conexiones culturales y de entretenimiento seguirán impulsando el tráfico entre Concordia y Salto.
